El objetivo de la actividad era realizar una práctica de mediación con un niño de 10-12 años. En la que el mediador tenía que rodear las representaciones graficas que corresponden a la fracción presentada en la hoja.

Discusión introductoria:

Primeramente le pregunte si tenía algún conocimiento a cerca de las fracciones. Después pase a entregarle  la hoja y explicarle lo que tenía que hacer: tienes  que señalar  los dibujos que corresponden a la fracción que viene en cada ejercicio.

Trabajo independiente:

Le entre la hoja a la niña y se quedo observando la actividad, yo estaba con ella por si tenía alguna duda o necesitaba algo, después de unos segundos comenzó a realizarla ella sola.

Discusión y desarrollo del “insight”:

Cuando termino la actividad, le pregunte como había reconocido que figura iba con cual fracción, a lo que ella me explico que fue muy fácil, que solo tenía que observar en cuantas partes estaba dividida la figura y cuantas estaban sombreadas, para saber si correspondía a la fracción que se pedía.

Resumen:

Al momento de revisar juntas la hoja pude notar que las respuestas eran correctas y que no había tenido ninguna duda acerca de la actividad, a demás pude notar que su materia favorita eran las matemáticas, ya que yo le había dado a elegir entre dos hojas y esa fue la que ella decidió.

Pude observar que la principal función que se desarrollo fue el comportamiento comparativo, ya que la niña para poder seleccionar la fracción correcta primero observaba lo que se le pedía y después comparaba las imágenes que estaban en la hoja para ver cuál era la correcta, o incluso si había dos correctas o solo era una.

Concluyo que es importante la interacción de un mediador, ya que si el mediado tiene alguna duda sobre la actividad o la instrucción no se puede llevar a cabo el desarrollo cognitivo del niño.  Otra cosa que pude deducir es que es importante la comunicación con el mediado, ya que así tendrá la confianza para preguntar cualquier interrogante.

Sofía Adriana González Rivera.